Tai Chi Chuan

Tai Chi Chuan

TAI CHI CHUAN

·Shifu Alfonso Muñoz·

En nuestra escuela, en Enso…
La práctica en el estudio del Tai Chi Chuan del Qi Qong o del Zazen, está por encima de la teoría..

Los aspectos teóricos de la disciplina son muy importantes, es cierto y es por esto que abriré unos cursos que profundicen en estos aspectos teóricos, aún más, y en el arte marcial y el trabajo con el Qi.

La vivencia personal de este trabajo y sus beneficios, a mi modo de ver, se tiene que experimentar en primera persona y entenderlo a nivel intelectual, de conceptos y con sus desarrollos, es importante, siempre que vaya acompañada de una práctica activa.

Hay cientos de páginas en Internet teóricas de esta disciplina como de otras actividades… en este momento de vida donde la tecnología nos hace creer que podemos adquirir conocimientos por ver tutoriales, vídeos, páginas etc es cuando más se necesita de una verdadera práctica…

Un ejemplo muy claro es el de que por solo leer el prospecto de un medicamento no hace que éste nos cure de nuestra dolencia, necesitamos además tomarlo en la medida y tiempo necesario y acompañarlo de otras acciones, para que su efecto sea palpable y nuestra recuperación o mejor aún nuestro mantenimiento en una vida saludable a todos los efectos sea real.

Hay ocasiones en las que durante las clases habituales suelo mencionar los efectos positivos de determinados movimientos, de sus aplicaciones marciales o de la preparación estacional del Qi por mencionar unos pocos aspectos teóricos, pero reconozco que es el trabajo metódico y práctico el que prima en esta escuela.

Podemos teorizar sobre una lista interminable de benéficios que recogemos al desarrollar esta actividad.
Dolencias para las que esta disciplina está especialmente indicada, pero si no lo llevamos a la práctica, sólo será un espejismo, estaremos leyendo un prospecto.

Los alumnos que lleváis algún tiempo en esta escuela o en otras que fundé en el pasado, donde practicábamos antes de que Enso naciese, sabéis a lo que me refiero.

Somos nosotros los que en nuestro propio cuerpo y mente podemos ver las fortalezas de estas disciplinas.

Es en nosotros mismos donde y desde una introspección sincera podemos reconocer los beneficios que hemos adquirido por nuestra perseverancia en nuestra práctica.

Somos todos y cada uno de nosotros los que podemos hablar y comentar con conocimiento de causa a otras personas la realidad de esta práctica y beneficiar a otros seres al abrirles las puertas a esta posibilidad de recuperación.

¿Qué mejor acción que ésta podemos ofrecer a nuestros allegados o amigos?

Estas disciplinas tienen un origen, donde la mente y el cuerpo se unen formando un todo, que no debemos olvidar, una energía limpia, donde la compasión, la humildad, la generosidad y el respeto son la base para una vida equilibrada, sana y feliz.

Un saludo